Hace ya algún tiempo me gradué de ingeniera y me ha ido muy bien, tanto que decidí comprarme una casa para irme sola puesto que siempre viví con mis padres y pensé que esa era la mejor manera de independizarme. La casa que me gustó queda muy alejada de la cuidad y la elegí porque es un lugar muy silencioso y a mí me gustaba la tranquilidad. Nunca había sentido nada extraño pero de un tiempo para acá escucho ruidos y voces.

Cierto día fui a la tienda a comprar comida y cosas de higiene. Me pareció extraño que todos me miraran y susurraban, la verdad no entendía qué pasaba. El dueño de la tienda me preguntó que cómo me estaba yendo en mi nueva casa y le dije que muy bien. Luego me dijo que hace muchos años que la casa estaba sola, pues nadie quería comprarla por lo que le había ocurrido a la familia que la habitaba anteriormente. Estaba intrigada y a la vez aterrada, pero aún así le pregunté que qué había pasado. El señor se tomó todo el día para contarme. Me dijo que hace algunos años el hijo menor de los antiguos dueños se había suicidado porque sus padres se fueron, lo habían dejado solo, cuentan que ese niño lloraba diciendo “Mamá, no me dejes solo, tengo miedo”, “mamá, quiero dormir contigo, no quiero estar solo” por lo que los padres del niño no aguantaron la culpa al ver a su hijo muerto y salieron en su auto a toda velocidad cayendo por un barranco al perder el control del vehículo.

Desde ese día ese niño no me deja en paz. Todos los días me susurra: “¿Mamá puedo dormir contigo?, tengo mucho miedo”.