En el día es una calle común y corriente, nada anormal sucede, se encuentra en la colonia San Miguel en el estado de México. Durante la noche sucede todo lo contrario, a determinada hora se empiezan a escuchar lamentos y ruidos extraños sobre todo a altas horas de la madrugada.

Esta calle se encuentra cerca de un río donde se dice y cuentan los vecinos pasaba la llorona, el fenómeno que se presenta es el siguiente: alrededor de las dos o tres de la madrugada es de rigor que se escuche un lamento acompañado del aullar de unos perros.

Al principio creí que era uno de estos animales pero el gemido que se escucha es el de una mujer, lo más curioso es que así como termina sorpresivamente termina. Recuerdo que en una ocasión alrededor de las doce de la noche, escuche claramente como arrastraban unas cadenas.

Por curiosidad si me levante a ver que era pero por la protección que hay en la ventana no pude ver más allá. Hasta hace poco comenzó a pasar un velador por esta calle y una tarde que fue por su cooperación le pregunte si había viso u oído algo extraño, me dijo que sinceramente no pero que si le daba miedo pues a pesar de que en ese momento no hay nadie se siente vigilado.