Los ojos de mar de la playa de Llolleo es un fenómeno que a muchos ha llegado a intrigar, pero de este suceso existen dos versiones y hoy te las voy a contar.
Se dice que hace tiempo los pescadores que salían todos los días al mar para poder traer algo de comer regresaban siempre con las manos basáis y muy tristes porque el mar no les proveía de pescado; un día se embarcaron al mar con la idea de que iba a ser otro día como cualquier otro pero ese día entre sus redes dos bellas sirenas, entusiasmados por haber tenido suerte regresaron a tierra sin darse cuenta de lo que ellos habían atrapado no eran dos pescados si no las sirenas.
Una vez que llegaron a tierra hicieron correr la voz a todo el pueblo y los invitaron a comer y beber para festejar la pesca pues esos dos pescados eran tan grandes que dieron de comer a toda la gente, uno de los pescadores que participo en la preparación de tan delicioso festín saco los ojos a las sirenas pues decía que su mirada lo hacía sentir extraño, arrojándolos a la arena.
En el pueblo todo era felicidad y alegría, y nadie se percató de que lo que sus vecinos habían traído no eran pescados, cuando todos se fueron a sus casas a dormir los ojos de aquellas bellas sirenas comenzaron a llorar y en el lugar donde cayeron se formaron dos grandes especies de charcos de agua y en un cierto punto de estos se veían unos ojos. Al día siguiente cuando todos se despertaron se llevaron tremendo susto y asombro al ver lo que había ocurrido.
También se cuenta que en un día de tormenta el mar arrojo a la orilla de la playa de Llolleo unas sirenas muertas que habían sido comidas por tiburones, pues su cuerpo presentaban lesiones de haber sido atacadas por tiburones, por la playa pasaban unos señores y un niño quien se encontró un ojo de una de las sirenas, levanto el ojo y siguió su camino junto con los hombres, al llegar a casa el niño escondió el ojo; tiempo después cuando el niño fue en busca de su ojo no lo encontró, por alguna extraña razón el ojo desapareció de donde el pequeño lo había dejado pero en el lugar donde el ojo apareció se formó el ojo de mar de Llolleo.
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