Este relato me lo contó mi madre, y le sucedió a su madre cuando era joven, cuando tenía aproximadamente unos 26 años de edad mi madre decidió ir a una disco que en ese entonces aun no era un supermercado como el que está hoy en día, yo estaba enferma, aún era una bebe pero a mi madre eso no le importo y salió a divertirse junto con sus 3 hermanos y su hermana, salieron no muy noche de la casa pero regresaron muy asustados, corriendo y pálidos de lo que les había pasado no podían hablar del miedo que tenían, pero conforme paso el tiempo y después de una hora le platicaron a mi abuela lo que habían visto, le platicaron a mi abuela que ellos salieron de la disco aproximadamente a las 3:15 de la mañana y cuando iban ya dos cuadras lejos de la discoteca comenzaron a escuchar un jadeo muy parecido al de un perro, mi madre voltio solo para ver que en realidad no se trataba de un perro si no de una señora gorda, la más gorda que haya visto en su vida con cabello descuidado y solamente con el torso pues las piernas no estaban visibles, esa señora caminaba en dirección a ellos arrastrándose con ayuda de sus antebrazos a una velocidad normal para una persona discapacitada de esa manera pero a mi madre le entro un terror indescriptible cuando la señora se dio cuenta de que estaba siendo observada por ella e inmediatamente salió corriendo diciéndole a sus hermanos “¡¡¡CORRAN!!!” sus hermanos al principio la creyeron loca pero su opinión cambio drásticamente en cuanto miraron a la señora acercarse de una forma no natural para una persona de esa condición era una velocidad demasiada rápida e ilógica para esa situación, todos, a excepción de uno de sus hermanos salieron corriendo el, solamente se limitó a decir (antes de que fuera tomado del pie por esa “cosa”) “no manchen, pobre señora ¿ella que les va a hacer? Son unos cul***” al sentir el tacto de aquella mano y al mirar la cara trastornada de la señora se arrepintió completamente de lo que dijo, se liberó y echo a correr detrás de sus hermanos, todos corrieron sin parar y sin mirar para atrás por temor de ver a esa cosa acercándose y es que según le dijeron, aun escuchaban su horrible jadeo como si estuviera a solo unos pasos detrás de ellos y solo dejaron de correr una vez que estuvieron dentro de la casa, mi abuela, al terminar de escuchar lo que le paso a su hijos, simplemente se limitó a decir “ustedes vieron a la tebeyuca y que bueno, a ver si a si aprenden”