En Chile cuenta una leyenda que cuando Don Diego de Almagro llego a Chile y comenzó su expedición, mando a un español de nombre Gómez de Alvarado a recorrer en búsqueda de riquezas todo el litoral costero; Gómez de Alvarado llego a lo que hoy en día es Marga Marga buscando oro y grandes riquezas, saquearon cada comunidad indígena que encontraron a su paso y se llevaron a toda mujer joven para venderlas y así poder pagar sus gastos de regreso a España.

Pero nunca lograron encontrar tal riqueza que ellos tanto esperaban, entonces los indios de aquella comunidad les mencionaron que si caminaban más al sur encontrarían grandes tesoros y muchas mujeres bellas.

Los españoles dejándose llevar por lo que esos indios habían dicho se dirigieron hasta ese lugar habitada por una tribu llamada “Changos” llevándose otra desilusión ya que ellos también eran pobres y sin ningún tipo de riqueza como la tribu anterior, solo encontraron mujeres jóvenes y conformándose con llevárselas para venderlas.

La mujer más bella de ese lugar era la princesa de la tribu, ordeno a toda su tribu no dejarse tocar por los hombres blancos y para evitarlo propuso que se aventaran al mar desde el peñasco más alto que existía en ese sitio.

Dice la leyenda, que cuando la princesa subió a ese lugar y justo antes de aventarse al mar el pie derecho de la princesa quedo plasmado en la fría y dura roca, siendo el único testigo de su gran valentía.

Hay quienes dicen que si llegas a ir a este lugar realmente se puede ver un pequeño hueco en la roca que asemeja la huella derecha de un pie, en una zona de la roca donde es imposible poder pisar.

Cuentan también que desde ese lugar los enamorados se arrojan y nunca encuentran sus cuerpos.