Las relativas a presencias son unas de las leyendas urbanas más impactantes, porque se producen en nuestra propia casa, en nuestro refugio. Si no podemos sentirnos seguros en nuestro propio hogar, en ningún lugar podremos. Pasos en medio de la noche, ruido de puertas, objetos fuera de lugar o que tenemos la sensación que no dejamos así, creer que hay tres salchichas y encontrar solo dos, o simplemente sentirte observado en tu propia casa o sentir una presencia ¿Qué está pasando en nuestra casa? ¿Qué va a sucedernos? Y como siempre, la realidad supera cualquier tipo de ficción.
Un hombre japonés, residente en Fukuoka, Japón, comenzó a sentir una presencia en su hogar. Era soltero y vivía sólo, y sin embargo notaba ruidos extraños en medio de la noche, pero creyendo que era solo su imaginación, lo dejó pasar. Más tarde, lo que creía que era su propia paranoia fue en aumento y comenzó a notar pequeñas cosas movidas levemente de como él creía haberlas dejado. Su situación mental empeoró cuando comenzó a notar que le faltaba comida… Su locura estaba llegando demasiado lejos, y para convencerse que necesitaba tratamiento, dejó una cámara sin instalacion grabando desde un rincón. Al volver del trabajo, se sentó a visionar las imágenes y no dió crédito a lo contempló.
La puerta de uno de los armarios de una habitación que no usaba se abrió sola, una encorvada figura surgió dirigiendose veloz a la nevera, para regresar al armario unos segundos después. El hombre se armó de valor se dirigió al armario y lo abrió. Unos ojos lo contemplaban. Se trataba de Hiroki Itakura 58 años, una indigente que llevaba un año viviendo en su casa.
El hombre, lejos de presentar cargos, expresó que se trataba de una mujer muy limpia y ordenada, y salvo las paranoias que vivió, no le había causado molestia alguna.
La policía encontró varios refugios como ese en diferentes viviendas del mismo barrio. Ahora piensa, ¿hace cuanto que no miras en cada rincón de tu hogar?
- Comparte este articulo:
- Twittear