Los lectores que han estudiado un poco de historia, han de saber que en los antiguos imperios e incluso en la actualidad se creía en la existencia de numerosos dioses a los cuales se les atribuía alguna característica del mundo, es decir, Dios de la lluvia, Dios del sol, etc. En España existe una historia similar, a continuación vamos a relatarla:

Se creía que el Dios pillan era el dador de la lluvia, del sol, provocaba los derrumbes y terremotos y más, por otro lado, se suponía que los guerreros más valientes de la región al morir en batalla, subían a la presencia de Pillan y esté recompensaba su valentía haciendo de su alma un volcán y a los más débiles hacia de sus almas nueves del cielo.

Según la historia, todos los indígenas experimentados miraban al cielo para dictaminar el futuro de la batalla, esto se determinaba por el movimiento de las nubes. Si las mismas se movían hacia el sur los indígenas se declaraban perdidos y si las nubes se movían al norte, celebraban una victoria rotunda.

Todos los indígenas creían en las nubes debido a que eran guerreros fallecidos, así que ellos no mentirían jamás. Pero, el Dios Pillán tenia unos espíritus llamados wekus los cuales hacían el mal, movimiento el viento a su antojo y lastimando los guerreros en batalla. Por lo que un día, los indígenas cansados de perder en batalla a causa de los wekus oraron al Dios Pillán y éste convirtió los espíritus en humanos, los mimos fueron sacrificados por los indígenas.