Roberto López era un hombre muy pobre al que no le gustaba trabajar, un día cansado de su suerte decidió buscar al diablo y hacer un pacto con él, recordó que la gente del lugar donde él vivía hablaban mucho de un cruce de autos que se encontraba a las afueras de San Juan, este cruce era famoso debido que en ese lugar a cierta hora de la noche muchos automovilistas sufrían accidentes pues decían que se les aparecía el diablo.

Ese mismo día en la noche el Roberto se armó de valor y fue hasta el crucero para tener un encuentro con el demonio, espero a que diera la media noche y tal como los lugareños lo decían el diablo apareció, seguro de que lograría pactar con el comenzó a explicarle lo que él quería y el diablo acepto su propuesta pero a cambio, aparte de entregarle su alma al cabo de 20 años, Roberto no podía ir a la iglesia porque si no el diablo regresaría por él y se quedaría sin dinero.

A partir de ese día Roberto comenzó a tener dinero sin la necesidad de trabajar, el dinero nunca se le terminaba por más que lo gastaba en comprar cosas, todas las personas lo respetaban mucho pues él siempre los ayudaba aunque Vivian con la duda de como había hecho tanta fortuna, una tarde mientras el señor ayudaba a una señora con un hijo enfermo esta le pregunto que como había hecho tanto dinero y él le dijo que fue gracias al juego.

Los meses transcurrieron y pronto se llegó el plazo en que el diablo se llevaría a Roberto pero este no se quería ir pues quería seguir disfrutando de su fortuna, así que valiéndose de su inteligencia busco una persona de confianza en el pueblo y le contó lo sucedido, a cambio de que aquel hombre lo ayudara a burlarse del diablo el compartiría su fortuna y trabajaría eternamente para él.

El señor López mando comprar cuatro cirios, un rosario, un ataúd negro, flores y pidió agua bendita, fue acompañado de su empleado a una tienda de trajes para elegir uno muy fino y poder así esperar la llegada del diablo.

La media noche llego el Roberto se metió al ataúd y su ayudante comenzó a rezar y echar agua bendita por encima del ataúd, el diablo llego tratando de llevarse al señor López pero no pudo acercarse por los rezos, el agua bendita y el rosario que el empleado tenia, trato de espantarlo con sombras de caballos, perros con ojos de fuego, serpientes pero el empleado no se movió así que intentó sobornarlo con joyas, dinero y oro pero el empleado no le hizo caso.

Faltaban pocos minutos para que amaneciera y Roberto pudiera burlarse del diablo pero a su empleado lo venció el sueño y se quedó dormido, el diablo muy molesto se los llevo a los dos.