Para algunos investigadores es uno de los más grandes y misteriosos compendios de rituales y conjuros que a través de siete pórticos se podría acceder al mundo de las tinieblas.

El Necronomicon, también conocido como El Libro de los Nombres Muertos, que su versión original fue escrito con sangre y forrado con piel humana.

La autoría se le atribuye al árabe Abdul Alhzazret, en el año 730 en la Ciudad de Damasco Siria. Este hombre también conocido como “El Árabe Loco” se dedicó por años a recopilar manuscritos antiguos que contenían poderosos conjuros y rituales para hacer contacto con el mal, inmediatamente después de la publicación de este libro este hombre muere por la ira de un demonio de alta jerarquía y jamás se supo de sus restos.

Él titulo original de este libro es Al-Azif, este termino árabe se refiere al zumbido que algunos insectos voladores producen o el sonido de la presencia de algunos seres de oscuridad.

Desde su creación hasta nuestros días, del Necronomicon se han hecho infinidad de traducciones e interpretaciones según el criterio de cada autor, destaca la traducción en latín que se realizó en el año de 1232, la cual fue excomulgada por el Papa Gregorio IX, se decía que era un libro maldito y el que lo leyera completo se perdería la razón.

En la época moderna él celebre escritor estadounidense Howard Philips Lovecraft (1890-1937), menciona al Necronomicon en varias de sus obras, hay quienes dicen que este libro es solo una locura del Lovecraft, sobretodo por escribir uno de sus tantos relatos de terror titulado Al-Azif fragmentos del Necronomicon.

Lo cierto es que de la version original del Libro de los Nombres Muertos actualmente no se sabe nada de su paradero, sin embargo en todo el mundo se venden versiones distintas de este libro, aunque se recomienda a quien lo lea que solo lo haga como un simple texto, y no intente realizar ningun conjuro o ritual contenido en el, sin no estar preparado para ello.

Hoy en día el Libro de los Nombres Muertos, sigue siendo uno de los grandes misterios de la humanidad.