Esta leyenda de terror afirma que cada cierto tiempo se suele observar, en la carretera que une a Cuernavaca con el Distrito Federal de México, a un vehiculo de color rojo conducido por un grupo (mencionan desde tres hasta cinco) bellas e impactantes mujeres. Las féminas van gritando de alegría y felicidad, como que van hacia una fiesta e invitan a quienes se acercan a subirse al vehiculo.
Para lograr su objetivo recurren a todo tipo de artilugios como mostrarles parte de su cuerpo, propuestas indecentes, en fin recurriendo a todos sus encantos para que el desprevenido transeúnte se suba al carro….que será lo último que haga en su vida.
Poco tiempo después el cadáver del desdichado aparecerá al costado de algún camino rural, con su cuerpo recubierto de extraños símbolos y con síntomas de haber sido torturado bajo rituales satánicos. Sólo los hombres pueden ver este vehiculo y quienes han resistido la tentación de subirse al mismo (muy contadas excepciones) han manifestado que el color escarlata que decora al vehiculo es la sangre de los incautos que no han podido resistir el impulso de obedecer a las hermosas mujeres.
Estas mujeres no son más que brujas en busca de almas para realizar sus rituales o incluso demonios que adoptan la forma femenina para atraer a los incautos.
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