Hace unos años atrás, una noche de Viernes Santo, se organizó una fiesta en una famosa discoteca de Medellín (Colombia). La fiesta se desarrollaba por los caminos normales hasta que en un momento determinado de la noche, ingresó un joven que atraía la atención de todas las jóvenes: era alto, elegantemente vestido aunque con unos ojos algo extraños pero encantadores…

Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella (fascinada por la buena presencia del joven) aceptó inmediatamente, aunque le llamó la atención una advertencia: le dijo que no le mirara los pies ya que se sentía un poco intimidado porque no sabía bailar y no era capaz de seguir el ritmo.

Pero al cabo de un rato, no resistió mirar sus pies….y se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, por lo que tuvo que ser llevada al baño, momento en el que su acompañante aprovechó para desaparecer del lugar.

La muchacha cayó en estado de coma, por lo que sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre culpable de su estado, pero para su sorpresa en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita bailaba sola….ya que el hombre no se veía reflejado en ningún sitio. Lo más llamativo fue el mensaje que se halló en uno de los baños del lugar: “Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos”…

La discoteca estuvo por varios días impregnada de olor a azufre y la joven murió unas semanas después con unas misteriosas marcas de quemaduras en la espalda…