Una pareja se aleja en su coche para buscar un lugar tranquilo donde intimar. De repente, a mitad del acto, uno se da cuenta de la peluda cabeza de un disfraz en la ventanilla. Grita, y es entonces cuando ve el hacha.” Y por dificil que parezca, este tipo de leyendas urbanas, nacieron de un suceso absolutamente real.

El 19 de Octubre de 1970, Kevin Bennett, cadete de la Academia de la Fuerza Aérea Estadounidense, buscaba con su vehículo un lugar tranquilo donde intimar con su prometida en las cercanías de Washington. Un rincón sombrío en la conocida como Guinea Road, en el condado de Fairfax, pareció un buen lugar donde detenerse, y sin perder tiempo, dieron rienda a sus instintos. De repente una voz alta y clara los detuvo: “Esto es una propiedad privada y no tengo vuestra identificación” Los chicos asustados levantaron la vista para observar una persona disfrazada de conejo portando un hacha de guerra, tipo Tomahawk, ante su vehículo.

Sin mediar más palabra, les arrojó el hacha que penetró dentro del coche por la ventanilla del copiloto, sin milagrosamente causarles heridas, antes de emprender la huida por el bosque. Muchos no creyeron la historia de los chicos por inverosimil, pero apenas dos semanas más tan guardia de seguridad de una urbanización en construcción muy cercana, observó una persona disfrazada de conejo en el porche de una casa terminada pero todavía sin vender.

El guardia se acercó y el conejo le dijo “Vosotros allanais todo esto” y sacando un gran hacha de leñador se puso a talar las columnas del porche, para después mirar al guardia y decirle “Te voy a reventar la cabeza”. El guardía corrió a por la pistola que había dejado en su vehículo, pero cuando lo hizo, el conejo ya se había dado a la fuga. La historia cobró interés nacional, siendo seguida incluso por el Washington Post.

A pesar del gran dispositivo, nadie fue detenido, y no volvieron a denunciarse otros casos. Y por si acaso, recuerda que por dulce que sea un disfraz, puede esconder una persona totalmente desequilibrada en su interior.