Antonio me conto la siguiente experiencia que vivió hace algunos años con su familia, el llego con sus hermanos y con su madre a la casa de una tía era de noche y se quedarían a dormir porque al día siguiente tendrían una fiesta en este lugar.
La casa era grande y vieja anteriormente ahí había vivido otra familia, mientras platicaban con su abuelita y su tía las únicas personas que estaban en la casa escucharon que alguien andaba cerca. Toño le pregunto a su tía que si ya habían llegado sus primas y su tía le contesto que no que iban a tardar un poco más porque andaban en el cine.
Siguieron platicando en la habitación de la abuela y en ese momento el teléfono celular de mi amigo sonó el contesto la llamada y era su novia. Para tener mayor privacidad se salió al pasillo, mientras estaba hablando vio pasar la silueta de una mujer, termino la llamada y fue a ver quién había llegado se asomó y no había nadie.
Toño regreso a la habitación de su abuela y a los pocos minutos sintió un aire frio que recorrió su espalda pero esta sensación no solo la tuvo el también su hermano que estaba a su lado. Siguieron platicando cuando de repente paso en frente de la habitación una mujer, a la cual también la vio la madre de Toño, – no que no había nadie – pregunto Antonio y su tía le contesto – no se espanten pero es una presencia que tenemos en la casa –.
La tía les conto que en esa casa andaba penando el fantasma de una mujer y por mas rezos que le habían hecho se seguía apareciendo, pero como nunca les había hecho nada ya se habían acostumbrado a su presencia.
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