Alejandro, uno de mis amigos, me conto que su tío tuvo una experiencia con el fantasma de una mujer. Para esto, su familiar se dirigía al Hospital de la Raza porque su mamá estaba internada; los doctores no le daban muchas esperanzas, diciéndole que se preparara para lo peor.

El tío iba en su auto, y ya era muy noche. Durante el trayecto a su destino, en medio de la carretera, se le apareció una mujer que le pidió un aventón. Este se detuvo y la dama se acercó, ella estaba vestida de blanco. La mujer le dijo que si podía llevarla a dar una vuelta, a lo cual este señor dijo no porque tenía una emergencia. Siguió su curso y llego al hospital, cuando bajo del auto vio que en la parte de atras,  en la cajuela, está sentada la mujer. Ella solo le sonrió, y el tío de Alejandro se espantó y corrió hacia el hospital.

Cuando observo a esta mujer vestida de blanco, de inmediato sintió un escalofrió, pues era imposible que se hubiera venido sentada en la cajuela, además que la hubiera visto por el espejo. Él sabía que era algo sobrenatural.

Los demás familiares de Alejandro que ya estaban en el hospital, al verlo tan asustado, salieron a buscar a esa mujer pero no la encontraron. A partir de este encuentro, el tío de Alejandro se enfermó de diabetes.