A los medios este 2014 fue el de 3 jóvenes, Alexandra y Sergio Huerta, hermanos, y su primo Fernando Cuevas, mexicano estadounidenses, quienes practicaron una sesión de tabla ouija en San Juan Tlacotenco, pequeña localidad al sur de México DF, usando sustancias alucinógenas para vivir un viaje chamánico al mundo de los espíritus para contactar con los papás fallecidos de los primeros.

Rápidamente todo se torció, Alexandra comenzó a emitir extraños gruñidos, risas demenciales y voces de vamos a morir. Pronto la siguieron los chicos, con visión doble, sordera y alucinaciones diversas…. Sus familiares con rapidez requirieron ayuda en una Iglesia cercana pero al ser denegada llamaron a los servicios de emergencia, siendo trasladados en un estado de demencia absoluta al Hospital, donde poco a poco, regresaron a la normalidad… afirmando que jamás volverían a acercarse a una tabla ouija el resto de sus vidas.