Ahora vamos a lo que nos toca, siempre desde muy pequeño he tenido experiencias espirituales de corte paranormal y extraño, al punto que he pasado mi vida entera buscando respuestas y realmente nadie ha sabido responder con acierto las cosas que he vivido. Mi experiencia más aterradora inicia hace unos años más precisamente en el año 2008 me encontraba en mi habitación leyendo alguna novela de las que tengo en mi corta biblioteca, eran alrededor de las 11 de la noche y todo estaba en aparente calma y digo aparente porque estaba lejos de ser una noche calmada. El silencio de la noche permitía escuchar los ruidos de la calle con claridad, estaba entusiasmado con mi lectura hasta que escuché cómo un automóvil chocaba contra la estructura de una redoma que se encontraba cercana a mi casa (la redoma de Los Teques), tomando en cuenta que vivo con mi familia en un piso 9 lo que permite tener una vista privilegiada de todo lo que acontece alrededor del edificio.
Continuando con mi historia, el ruido del choque fue tal que me sacó totalmente de concentración de mi lectura, recuerdo que me levanté rápido de mi cama y fui a la ventana de la cocina desde la cual se ve claramente la carretera panamericana, y por supuesto la redoma antes mencionada y que pertenece a dicha carretera, cuál sería mi sorpresa que el choque venía acompañado de disparos, pues era una caza de La Policía de algún personaje que no se detuvo a la voz de alto (o cualquier otra cosa que desconozco), los gritos se oían claramente en la noche y los disparos también, luego de momentos intensos el sujeto se detuvo y fue retenido por los cuerpos de seguridad y llevado con ellos.
Mi madre que también había oído aquel alboroto y se había acercado a la misma ventana para ver lo que acontecía me dijo una vez terminado tan deplorable acto.
_”Rey amor, vete a Dormir”.—Me despedí de ella cariñosamente y diciendo.
_”Que desastre”.
Me fui a mi habitación para dormir, cuál sería mi sorpresa que en ese mismo instante estaban robando unos sacos de harina en los depósitos de una panadería Andina que estaba también cercana a mi residencia, yo podía ver todo con claridad porque en mi habitación hay una ventana que da directo al sitio donde se desarrollaban los hechos, lo raro y como ven, es que había un movimiento energético bien fuerte y extraño alrededor del edificio donde yo residía.
Otra vez los cuerpos de seguridad actuaron con eficiencia y lograron agarrar a los ladrones, en ese instante me sentía observado desde mi espalda pero al inicio no les hice caso, una vez que la policía se llevó a los maleantes, me volteé para irme a dormir y fue cuando lo ví, una figura grande alta de apariencia humanoide, totalmente cubierta de negro absoluto, como el ébano, como el azabache y dos ojos rojos en las cuencas de aquella figura me veían con fijeza e intensidad, comenzó a caminar hasta mi, reaccioné con mi sangre latina y le lancé un golpe de mi puño, pero la sorpresa para mí fue que no era algo intangible, era algo con densidad física, palpable al punto que sentí como golpeaba su figura con todo mi esfuerzo, al tocarlo sentí frío y pavor, ¡un frío me recorrió la espalda por completo! y la figura avanzaba pausada hasta mí, en ese momento algo dentro de mí me dijo que cerrara mis ojos y en ese instante dije unas palabras que ni yo mismo recuerdo.
Y cuando abrí mis ojos ya no estaba aquella presencia oscura y negativa, como tal vez supondrán esa noche no dormí y no descansé pero aquí estoy y sigo vivo y completo, les mando un abrazo y muchos saludos hermanos.
Nota: Sólo quiero aclarar una cosa, él no era translúcido, era tangible y sólido, yo lo toqué, al tacto era como si tuviera piel, pero un frío brutal recorrió mis huesos cuando lo toqué al soltar mi puño, yo lo vi y lo palpé así como palpo a las personas y objetos que están cerca de mí.
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