“Extraños sonidos te sobrecogen, prestas atención, y descubres con horror, que lo que escuchas proviene de dentro de tu cabeza” En 2013, Rochelle Harris, británica de 27 años, regresó de unas vacaciones en Perú, aunque poco después de su vuelta comenzó a notar molestias.

En pricipio no le dió importancia alguna, el cansancio del viaje y el cambio de clima parecían justificar el zumbido en sus oidos y el consecuente dolor de cabeza. Pero cuando comenzó a expulsar un líquido nauseabundo por el oido, a tener dolores en media cara, una potente cefalea, y a escuchar sonidos como si escarbaran dentro de su cabeza, decidió buscar ayuda médica segura de que algo estaba yendo francamente mal.

Los médicos de Royal Derby Hospital rápidamente se pusieron manos a la obra y no tardaron en descubrir lo sucedido. Una mosca había depositado sus huevos en el oido de Rochelle, y al eclosionar, las larvas se habían lanzado a intentar llegar a ese rico cerebro que tantos nutrientes les aportaría.

Tras una cirugía, 8 gusanos fueron extraidos de su cabeza, aunque por suerte, no causaron daños permanentes, y Rochelle, en contra de lo que pueda parecer, dice haber perdido el asco por los gusanos, porque al fin y al cabo, han sido parte de ella. Y es que, cuando sientas un extraño ruido, preguntate, si no viene realmente de tu interior.