Esto pasó hace mucho tiempo, no me importa que no me crean, mi tío era un adolescente, todo comenzó cuando mi abuelo se fue de la casa con una mujer abandonado a mi abuela y sus hijos. Luego regresó demacrado y pidiéndole perdón de rodillas a mi abuela que lo aceptó porque sabía que había sido por brujería.
Al pasar una semana mi tío más pequeño comenzó con problemas y a tener pesadillas y que algo lo atacaba por las noches. Le contó a mi abuela que vio emerger una sombra que tenía forma de ave gigante, alto como el umbral de la puerta, tenía un largo pico curvo como de ave rapaz en vez de boca, ojos brillantes muy amarillos que parecían los de un demonio. Estaba parado con pecho y muslos de hombre hasta las rodillas, pero que terminaban en garras, en vez de brazos tenía alas que agitaba un viento maligno y podrido.
Gritaba cuando lo veía pero cuando llegaban al cuarto ya no estaba por lo que nadie le creía. A la mañana siguiente no podía pararse y la abuela comenzó a creer que era porque no quería ir a estudiar, pero seguía sucediendo todas las noches por lo que lo llevaron al médico para hacerle unos exámenes ya pensaban que estaba consumiendo drogas, hasta que lo remitieron al siquiatra.
No obstante seguía apareciendo aquel hombre con pico, un día obstinado le preguntó:
_¡¿Que quieres de mi?!
_Quiero que vengas conmigo.—El olor que salía de su pico era putrefacto.
_¿Por qué?
_Porque vengo a llevarme las almas que me mandan a buscar.
_¿Quién?
_No puedo decírtelo.—Dijo con voz cavernosa.
Empezó a decirle cosas, quien se iba a morir, si había una barriga escondida, abortos y otras cosas, nadie le creía hasta que pasaban.
14681711_1228504510547244_662682921608267226_nPor lo que le contó a la abuela que aquel hombre con pico vendría dentro de 7 días y se lo llevaría, esa noche mi abuela decidió dormir con él, como estaba acompañado se quedó profundamente dormido. A la medianoche lo vio emerger desde el piso y ocupar todo el umbral con sus alas desplegadas, tal como lo había descrito mi tío, asustada fue a la iglesia por un cura y le pidió que le rezara la casa contándole todo.
Cuando entró comenzó a rezar y echar agua bendita por toda la casa, al llegar al cuarto vieron al hombre ave con su largo pico, y el sacerdote salió y cerró la puerta asustado diciendo:
_Eso que está allí yo no tengo el poder para exorcizarlo…
_¿Pero por qué padre?
_Porque no es ni de este mundo ni del otro, está en el intermedio, lo echaron del cielo y no lo reciben en el infierno, por eso está en la frontera al asecho, no estoy preparado para pelear con un esbirro de Satanás.
A pesar de los ruegos de mi abuela el cura se fue, quedó aterrada porque se acercaba el séptimo día así que a la mañana siguiente fue donde una bruja.
_Eso es una brujería que lo echó una mujer por despecho a tu marido porque la rechazó y lo agarró tu hijo más pequeño. Esto es muy delicado, son demonios muy peligrosos, espíritus voladores, yo no te puedo ayudar, tú misma por ser su madre tienes que pelear con él, nadie más puede, si ganas se queda, si pierdes se lo lleva y solo quedará el cadáver, ya que fue enviado para llevárselo.
Esa misma noche mi abuela preparó un altar en el cuarto de mi tío con agua, sal y aceite bendito, Crucifijo, Rosario, la imagen de San Miguel Arcángel, buscó su ombligo, sus dientes de leche, un mechón de cabello, fotos de su bautizo y la vela de Primera Comunión.
Y justo a la medianoche se sintió estremecer la casa y a propagarse un putrefacto olor apareciendo el hombre ave dispuesto a llevarse el alma de mi tío, pero mi abuela se paró frente a él y con el crucifijo, la cruz de palma y aspergiéndole el agua santa le gritó.
_¡¡¡Vete de aquí maldito!!!
_¡¡¡Vine por él!!!—Gritó con su macabra voz.
_¡¿Quién eres y qué quieres de mi hijo?!
_Soy un emisario, somos los espíritus de los cadáveres de guerras que se meten en todas esas aves carroñeras que se devoran la carne putrefacta de los muertos y volamos a la Tierra a buscar solados para la guerra reclutando a los hijos del primer y último dolor de parto para llevarlos a la Legión Infernal en cuerpo y alma.
_¡¡¡Aquí está San Miguel Arcángel, y tú no te lo llevas porque yo lo traje al mundo y tendrás que matarme, está bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, fuera esbirro de Satanás!!!
De esa forma volvió a temblar la casa y se abrió un hueco en el piso y se lo tragó como un huracán de humo negro y nunca más volvieron a ver al hombre ave, mi abuela le ganó la batalla a ese esbirro de Satanás por haber perdonado a su esposo.