En una noche escuché que un gallo cantó y me desperté porque lo hizo por varias veces. Vi luz encendida en la cocina y me acerqué, eran mis abuelos tomando café.
_¿Qué hacen parados a esta hora?
_Lo mismo pregunto yo Beto, regrese a su cuarto mijo que aún es muy temprano.
_No puedo dormir abuelo, ese gallo me desveló.
_A nosotros igual, al escuchar el gallo nos hemos parado a rezar.
_¿Y por qué abuela?
_Porque es un mal presagio mijo. ¿No recuerda que la figura de San Pedro aparece vinculada momento en que los tres cantos de un gallo le recuerdan al discípulo la negación que le había predicho su maestro?
_¿Que tal abuela?
_Si Beto, el canto del gallo anunció la traición del apóstol Pedro que negó a Cristo diciéndole: “Antes que el gallo cante dos veces tú me habrás negado tres”, y de esa forma quedó forjada para toda la tradición cristiana un maleficio unido a estas aves que perdura por siglos.
_Ah no lo sabía.
_Por eso en ciertas creencias de la vieja tradición se piensa que el canto del gallo es de mal agüero, también que el canto mañanero del gallo ahuyenta a los demonios y los espíritus malignos que andan sueltos por la noche.
_¡Bicho!—Me persigné.
_Recuerda este pasaje bíblico: “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”
_Mateo capitulo 16, versículo 18.—Hizo saber el viejo.
_Claro por eso es que tiene las llaves.
_Y por eso Beto, se coloca la figura de un gallo en las torres de iglesias debido al poder que se le atribuye a esta ave de ahuyentar al demonio, y en su carácter premonitorio se le debe arrojar un puñado de sal al fuego del hogar antes que el gallo cante por tercera vez para destruir el presagio de muerte y cualquier otra calamidad en el entorno.
_En mi tierra se decía.—Intervino el abuelo.—Que cuando el canto del gallo es triste, es porque alguien va a morir. Si canta de noche es que ve acercarse un mal espíritu o bruja. Igualmente si cacarea a medianoche es que el Ángel de la Muerte está sobre la casa y pronostica una muerte en la familia.
_¡Bicho abuelo sape gato!
_San Juan bendiga nuestra casa.—Dijeron los dos.
Por eso nunca más olvidé que cuando canta el gallo a deshora es de mal agüero.
- Comparte este articulo:
- Twittear