Las operaciones quirúrgicas, son otro de los puntos calientes de las leyendas urbanas. Decenas y decenas de ellas están basadas en espantosos sucesos en la mesa de operaciones, un lugar, por donde, tarde o temprano, todos pasaremos. Cirugías mal practicadas, accidentes surgidos, pero como siempre, la realidad se impone, y da pie al nacimiento de espantosas leyendas.

Es el caso de Carol Weihrer, que vivió una de las pesadillas mas atroces que podais sifrir en vuestros más oscuros sueños. En 1998, en Washington, Carol, por serios problemas de salud, tuvo que afrontar el trance de enfrentarse a una operación llamada enucleación ocular, es decir, retirar uno de sus ojos, para evitar problemas de salud mayores en el futuro. Carol, fue conducida a quirófano y sedada, cayendo en un profundo sopor.

Pero algo no salió bien, poco a poco comenzó a oir una música de fondo, voces, a ver siluetas que poco a poco se convirtieron en personas a las que oia con claridad. Estaba consciente.

Aterrorizada, trató de avisarlos, pero no podía moverse por la acción de las drogas que habían cumplido a la perfección su trabajo, pero la bomba que inyectaba sedantes en su cuerpo, había tenido un problema y no lo estaba haciendo. Por más que se esforzaba no lograba gritar ni moverse, y el miedo, se convirtió en pánico absoluto cuando un médico la tocó y noto que sentía, y sólo ella sabía que estaba despierta.

La propia Carol conocía como era la operación, muy sencilla, meter una especie de cuchara, y sacarlo. La propia Carol cuenta esto: Yo estaba ahí pensando, no puedo sobrevivir a esto. Luego sentí un tremendo tirón. Sólo pude ver esa luz cegadora. El cirujano estaba diciendo: ‘ no tengas miedo de usar toda la fuerza que necesitas.

Estira más y corta! Sentí el tirón que me lo arrancó, y después todo se volvió negro.

Todo ello, mientras sentía todo, y veía por el ojo que le habían sacado hasta que el bisturí cercenó el duro nervio óptico. Carol jamás se ha recuperado psicológicamente de la experiencia.